"El Rey Enano"

Obra de teatro infantil ganadora del 3er premio nacional de dramaturgia 2001 otorgado por el INT.

¿Cómo se hace una obra? ¿Qué hacen los actores cuando no están en escena? ¿Todo está tan armado y ensayado? ¿Hasta dónde se creen los actores lo que están haciendo? Este tipo de preguntas intentamos que se hagan los chicos, mientras se ríen o se conmueven con la acción de la obra. El pequeño mundo de “EL REY ENANO" propone una entrada al universo del teatro, donde se despliegan la comedia y la tragedia, donde el juego, es la herramienta que tienen los personajes para desarrollarse.

TEXTO Editado por el INT.

EL REY ENANO
Comedia dirigida al público infantil. La obra toma en su última escena la historia de Píramo y Tisbe  tal cual la desarrolla en el acto quinto de Sueño de una noche de verano, William Shakespeare.


Personajes:
Antonin, Poeta del Balero, poeta oficial del Reino del Pestillo.
Roberto, ayudante del poeta.
Emiliana, criada del Rey enano.
El rey, un niño de once años.
Carpintero.
Costurera.
Guardia.
Niños: nunca se los ve, pero se los escucha son muchos y ruidosos.

Escena 1
La escena deberá presentar una gran cantidad de portones y puertas para permitir el juego de los actores con llaves, entradas y salidas.
En escena los poetas del balero congelados. Roberto sobre una mesa repleta de manuscritos escribiendo con una gran pluma y un tintero Antonin revisando libros y papeles que dominan el espacio escénico, en la penumbra. Entra una vieja por donde pasa todo va cobrando vida y luz. Tira de un hilo de lana que ira formando un ovillo.

Vieja: Cuenta cuentos la Avarieja
Vieja, vieja, vieja bruja
Deshaciendo su madeja
En camisón y en pantuflas
Cuentos de trama compleja
Cuenta cuentos con actores
Entre vestuarios y agujas

Hoy les cuento, yo, este cuento
De un rey que leía cientos
Tantos cuentos él leía
Que ninguno le quedaba
por saber ya de memoria
Y así comienza esta historia,
Del cuento que le escribieron
Los Poetas del Balero.

El rey de que yo les hablo
No era petiso, ni alto
No era hombre, ni anciano
Era un monarca muy sano
Él vivía en un castillo
En el país del Pestillo
Entre riquezas y brillos
Con su terrible corona
De llaves de oro y de plata
Y por no meter la pata
Y evitarnos el enojo
De este rey de los cerrojos
Paso a dar vida a está historia
Con este ovillo sin brillo
Que me aclara la memoria.


SALE Y COMIENZA LA ACCIÓN.
Antonin: (Los poetas, nerviosos, miran cada tanto hacia foro izquierda. Antonin deja un libraco y se acerca a Roberto) Apúrate a escribir ¡Orate! Que el niño rey está por venir y no hemos finalizado de escribir el cuento.
Roberto: (Distraído en la escritura.) ¿Qué dijistes?
Antonin: ¡Qué te apures!
Roberto: No, no después de eso.
Antonin: Que el rey va a venir y tu no has finalizado de escribir la historia.
Roberto: ¡No! Antes que eso y después de lo otro.
Antonin: (piensa) ¡Ah! ¡ORATE!
Roberto: Sí, eso, que linda palabra. ¡Orate!
Antonin: ¿Te place el término? ( Lee del diccionario) Sin embargo es insultante. Orate: sinónimo de tonto de capirote, pastenaca o tonto.
Roberto: Ah, no digás, yo había pensado que era como la hora del té o algo así, que de significaciones que puede tener una palabra. (sigue escribiendo)

ENTRA EMILIANA, POR UNA PUERTA PEQUEÑA.


Emiliana: Apúrense, por favor, si no les es molestia, que ya viene el rey.
Antonin: Es la verdad pura la que dictan tus palabras, (arrodillándose ante ella) oh hermosa Emiliana criada del rey y la más bella de las bellezas, gobernanta de mi corazón.
Roberto: ( en lo suyo, escribiendo) Y los siete enanos se casan con blancanieves luego de matar de catorce puñaladas al principe azul, dos puñaladas por cada enano.
Antonin: (dándose cuenta de lo que acaba de escuchar y saliendo de su enamoramiento) ¡Pero no bestia de carga! Como vais a matar al príncipe de catorce puñaladas. ¿Qué final perruno es ese?
Roberto:Tenés razón, che, mejor de siete nada más, menos sangriento.
Antonin:(gritando en los oídos de Roberto) ¡No, no, no y no! Botarate inepto. No fallece más que la malvada (tachando y escribiendo mientras Roberto trata de destaparse los oídos) El príncipe azul despierta a Blancanieves y le dice... (suelta la pluma y se dirige de nuevo a Emiliana de rodillas) Escribe, escribe. "Oh, mi más maravillosilla quiero verte casada con todos los honores y que nuestros corazones, como palomitas vuelen a la tierra del Olimpo." (Antonin y Emiliana nuevamente embelesados)

SE ABRE UNA GRAN PUERTA, COMIENZA A ENTRAR EL CARRO DEL REY  TIRADO POR UN GUARDIA MUY GRANDOTE  QUE LLEVA UNA GRAN CANTIDAD DE LLAVES Y CANDADOS. CIERRA LA PUERTA CON LLAVE. EL CARRO DEL REY ESTA CUBIERTO POR TELAS QUE SOLO DEJAN VER SU SILUETA. EMILIANA SE ESCONDE.

Roberto: (termina de escribir y con el papel en la mano se acerca a Emiliana e imitando a Antonin lee) ¡Oh! Mi morcillita, quiero verte asada con morrones, y nuestros calzones con palomitas huelen a la mi. (Antonin salta y le tapa la boca, al tiempo que el guardia estaciona el carro)
Rey: ¡JA! ¡JA! ¡JA! Los calzoncillos con palomitas, eso si que es gracioso, tenía los calzones con palomitas ¡JA! ¡JA! ¡JA! (Los poetas se han quedado congelados)
Rey: (serio) ¿Y cómo se llama el cuento?
Antonin: ...los... siete enanitos y Blanca... nieves... (tomando el cuento que está en la mesa y entregándoselo al guardia que se lo entrega a su vez al Rey.
Rey: Otra vez está pavada... ¿pero no tienen otro cuento para contar? (arroja los papeles por el aire)... Siempre los siete enanos...
(Antonin y Roberto comienzan a revolver papeles desesperadamente)
Antonin: Oh, mi gentil y fortunadísimo rey tenemos también la historia de la Cenicienta... (Le alcanza el texto al guardia que se lo da al Rey, este lo arroja por el aire)
Rey: La sé del derecho y del revés.
Roberto: Su ´jestad, su jestad ¿Qué tal La Bella y La Bestia? ...(Le alcanza el texto al guardia que se lo da al Rey)
Rey: (Canturrea la canción del musical y lo arroja por el aire) ¡UN PLOMAZO!
Antonin: (buscando) Su feliz gracia tenemos una versión nueva de Caperucita y el lobo...
Rey: Versiones, versiones, el mismo cuento una y otra vez. Creo que los dos poetas del balero van a perder la cabeza. (Buscan aterrados)
Roberto: Las mil y una noches (gritándole con el libro en la mano) ¡Estas sí que no te las sabés de memoria! (Silencio. Roberto se da cuenta de la forma en que le habló, el guardia sin esperar la orden del Rey lo toma de los fondillos e introduce la cabeza de Roberto en el carro).
Rey: Ni las sé... ni las quiero saber... mentecato, botarate, pantuflo, sofocleto empelechado, piscuis, hermedoteco bufioso ¡SALAMÍN SIN PIOLÍN! Digan ya un título nuevo, un cuento que no haya escuchado o los mando a pelar batatas hasta que se les achique     el pompees. (El guardia le pone un gran candado al cuello y lo arroja en el piso)
Antonin: Su majestísima majestad...
Rey: El título ¡YA! (caen los dos de rodillas, Antonin encuentra unos papeles en blanco en el piso)
Antonin: ¡Ya sé! ¡Ya sé! Aquí la tengo. Esta, esta es nueva, nunca nadie la leyó. Es nueva, nueva, falta pulirla un poco. (se la da a Roberto, el guardia intenta agarrarla)
Roberto: Para que quede perfecta. ¿Vio? (Esconde los papeles tras de sí)
Antonin: Que sea realmente entretenida... (Roberto le pasa los papeles)
Rey: El título.
Antonin: (pone los papeles sobre el escritorio)... el título es...
Roberto: (escribiendo) La historia...
Antonin: Si claro, la historia del...
Roberto: La historia del día... (escribe)
Antonin: (deteniendo siempre al guardia) La historia del día EN...
Roberto: La historia del día en QUE...
Antonin: La historia del día en que PÍRAMO...
Roberto: La historia del día en que Píramo conoció...
Antonin: La historia del día en que Píramo conoció A..
Rey: ¡BASTA YÁ! Digan el título. ¡POR EL LLAVERO REAL!
Antonin: La historia del día en que Píramo conoció a Tisbe y su extraño encuentro con la muerte en el colectivo 60 a una cuadra... de, de, de. ? (mirándolo a Roberto que escribe el título)
Roberto:...de... de... de Marte, eso, de Marte el planeta Marte lleno de Marcianos (contento escribe y le da la hoja al guardia y este al Rey)
Rey: Interesante título... "La historia del día en que Píramo conoció a Tisbe y su extraño encuentro con la muerte en el colectivo 60 a una cuadra de Marte..." un poco largo, pero original.
Antonin: "Largo pero original". Que bien que sabe conceptuar conceptos y definir obras; que estilo para la descripción que rey superdotadísimo, os admiro su excelentísima gracia (hace el amague de retirarse con Roberto contentísimo)
Rey: Gracias, gracias... denme el cuento... (el guardia intercepta la salida de los poetas y ellos comienzan a hacerse pases con los papeles por el aire para que el guardia no lo pueda agarrar, mientras hablan)
Antonin: No... en realidad no podemos...
Roberto: No, no se puede... Nooooo...
Rey: Se puede saber, ¿porqué no?
Roberto: Eso, ¿porqué no se puede saber el cuento?
Antonin: Por que... bueno... en realidad... (el guardia intercepta los papeles y festeja su triunfo) a decir verdad... el cuento no está escrito... (el guardia arroja los papeles por el aire y los ataja Roberto)
Rey: AH, ME QUERIAIS ENGAÑAR. ¡A PELAR BATATAS! (el guardia los empieza a correr)
Roberto: NO... NO... NO... no está escrito para leer.
Rey: ¿y para que está escrito entonces?
Antonin: Para... para...
Roberto: Para... ¡Cómo decirlo!... (el guardia lo agarra a Antonin)
Antonin: ¡PARACTUAR! ESO ES, para actuar. (se suelta del guardia y se acomoda el traje)
Roberto: (Que, desafiante, también ha dejado de correr) Sí, claro, para actuar con actores.
Antonin: Actores que representen la historia verdaderamente y pongan realismo en la acción, buenos actores que interpreten los difíciles papeles. Que hagan vivir la historia a los espectadores.
Roberto: Claro, y los actores del reino están de vacaciones en Mar del plata, así que hasta que vuelvan dentro de un año o dos, más o menos la historia no será contada.
Rey: ¡No, no y no! Hoy mismo, hoy mismo a la hora de tomar la leche quiero ver la obra con mis amigos, sin discusión. Actuarán ustedes, bien o mal, no importa pero lo harán.
Antonin: Pero faltan actores, mi señor, son muchos personajes.
Rey: Pues que los ayuden los ayuden los criados, sirvientes y jardineros, el ejercito si fuera necesario.
Antonin: Pero mi rey ¿la escenografía?
Rey: Llamen a todos los carpinteros del pueblo, pintores, artesanos y ebanistas. HOY A LA HORA DE TOMAR LA LECHE HAY FUNCIÓN Y SINO LOS POETAS DEL BALERO A PELAR BATATAS. He dicho... y me voy a jugar a la bolita.

SALE EL CARRO TIRADO POR EL GUARDIA QUE CIERRA LA GRAN PUERTA CON LLAVE.

Antonin: (llorando) el resto de mi vida encerrado pelando batatas, que desgracia, nunca me podré casar con Emiliana, mi amada. Oh desgracia que caes sobre mí como me destrozas el alma...
 Roberto: Suerte perra me dejaste en la vía. Ahora si que estamos repodridos. (llora)
Antonin: No tenemos obra, no tenemos actores, no tenemos futuro...
 Roberto: Solo un miserable título ridículo. (Deja de llorar) ¿Quién es ese Píramo y esa Tisbe, maestro?
Antonin: Oh, mi fiel discípulo personajes de una obra, que para colmo de males solo recuerdo una escena.

SALE EMILIANA DE SU ESCONDITE.
Emiliana: Hay mi Romeo...
Roberto: Ma´ que Romeo, es Antonin, poeta del balero, que va a partir hoy a la hora de tomar la leche a pelar batatas por el resto de su mugrosa vida.
Emiliana: ¡Cállate tú! ¡Pajarón de mal agüero! (Abre el gran candado que tiene al cuello Roberto) Te has creído que dejaré que eso suceda. Vamos Antonin, levántate tenemos que ensayar la obra que te ha encomendado el rey.
Antonin: Emiliana, no tengo la obra escrita.
Emiliana: No importa, hombre provisaremos...
Antonin: Tu dices que improvisemos la obra... mi cielito de esperanza...
Roberto: ¿Esto quiere decir que mientras actuamos vamos inventando todo lo que pasa?
Emiliana: Tal cuál, hombre, tal cuál.
Antonin: Solo por ti lo haría mi amada solo por poder desposarme y tenerte por compañera...
Emiliana: Pues vamos a conseguir actores, carpinteros y sastres...
Antonin: ¿Y cómo saldremos?
Emiliana: Aquí tengo las llaves...

SALEN LOS TRES DE ESCENA


Escena II
ENTRA LA VIEJA CAMINANDO RÁPIDO, ARMANDO SU OVILLO QUE ES MUCHO MÁS GRANDE, MIENTRAS SE PREPARA LA ESCENA SIGUIENTE A SU PASO.

Vieja:  Cuenta cuentos la Avarieja
Vieja, vieja, vieja bruja
Deshaciendo su madeja
En camisón y en pantuflas
Cuentos de trama compleja
Cuenta cuentos con actores
Entre vestuarios y agujas

El rey juega a la bolita
y lustra sus llavecitas
Los poetas del balero
Recorren el pueblo entero
Buscan a los carpinteros
Buscan quien pinte y quien cosa
Quien haga una ropa hermosa.

Pero no es tarea fácil
Encontrar los voluntarios
Pues si al rey no le gusta
La obra de los poetas
Correrán en camiseta
En patas o en alpargatas
Huyendo de la condena
De pelar cien mil batatas.

Ya les cuento del ensayo
Que preparan los artistas
Mi magia, ya está lista
Y mi corazón se estruja
Sigue contando la vieja
No por vieja, menos bruja.

En escena un tablado donde se representara la obra, en el fondo del mismo hay distintos telones de fondo que representan distintas escenografías; el desierto, Marte, la casa de Tisbe, el cementerio. Irán apareciendo cuando los actores muevan un mecanismo que les permite hacerlo desde el tablado. Dos escalerillas a los costados permiten la entrada a la escena del tablado y configuran conjuntamente con unos barrales llenos  de vestidos y trajes y una especie de camarín precario con luces y espejos, lo que llamaremos el detrás de escena, donde los actores se estarán cambiando, maquillando y dando indicaciones a los que actúan.

EN ESCENA UN CARPINTERO GRANDOTE Y UNA COSTURERITA TERMINANDO DE ARREGLAR EL ESCENARIO Y LA ROPA, RESPECTIVAMENTE. ANTONIN SENTADO EN EL TABLADO, RECUERDA Y ESCRIBE EN UNOS PAPELES. ENTRA ROBERTO SULFURADO.

Antonin: ¿Qué has conseguido, mi fiel discípulo y escriba?
Roberto: Ni J, ni H, ni una simple A. Nadies pero nadies en este podrido reino de reyes caprichosos se atreve a actuar, ni de pueblo quieren hacer, ni de árbol...  ¿Qué haría Adrián Suar si viviera en este reino? Tendría que hacer monólogos.
Antonin: Que pena, que lástima más grande, que desasosiego desasosegadamente desasosegado, que triste tristeza tristemente entristecida. Nada podremos hacer ya sin actores. Y justo yo acababa de acordarme la escena de Píramo y Tisbe. AY, AY, AY, AY.
Roberto: (cantando) Caaanta y no llooores...

ENTRA EMILIANA CON UNOS DISFRACES.

Emiliana: ¿Qué dicen? Eh ¿ no esta quedando requetelindo el tablado y la senografía?
¿Y qué dicen de los vestidos?
Antonin: AY, mi adorada Emiliana cuán feliz me hace tu voz y tu fina forma de dirigirte a la gente. Pero escúchame no poseemos actores que actúen la historia inexistente.
Emiliana: Hombre, te aojas en un baso con agua. (Poniéndole sombreros a Antonin: y Roberto) Tu, Roberto y yo podemos actuar y también el carpintero y la costurera.
Roberto: ¿Y los demás personajes?
Emiliana: Hombre de poca fe. ¡ Haremos varios cada uno! (cambiándole los sombreros)Y con ayuda del señor...
Roberto: ¿Del señor carpintero?
Emiliana:  No, zopenco, del señor Dios.
Roberto:  AH.
Carpintero: adelantándose. ¡Yyyya! Te-te-terminé.
Roberto: (a Antonin) ¿Este es medio tartamudo o a mí me patina el embriaye?
Antonin: ¿A ver? Probemos. (Al Carpintero) Acérquese buen hombre, trabajador oficioso de las maderas, ebanista de sus formas escondidas.
Carpintero: (hace gesto como preguntando ¿A mí me habla?)
Roberto: Sí, a usted, el carpintero.
Antonin: Una pregunta, simplemente ¿Sabe usted cual es la ciudad con el nombre más extenso?
Carpintero: Sí.
Roberto: Dígalo entonces.
Carpintero: (con disgusto y mucho esfuerzo) Co-co-coo-consta-ta-tan-ti-ti-ti-tinono-pla.
Roberto: (a Antonin) Más tartamudo que la miércoles.
Emiliana: (a los baleros) ¿Qué importa le dará más dramatismo a la obra.
Roberto: ¿Qué es un drama para llorar? (desilusionado)Yo pensé que era una comedia para reír.
Emiliana: Para llorar es la tragedia. El drama es todo.
Antonin: Todo es un drama. Si no tenemos ni la primera línea escrita. ¿Cómo vamos a saber si es tragedia o comedia?
Emiliana: (coqueteando al Carpintero) Sr.  carpintero. ¿No le gustaría, con esa pinta de galán que tiene, ser actor de la obra que se representará ante el rey? (le va poniendo el traje de colectivero)
Carpintero: Siii, aasí me me lo pipí, pipí...
Roberto: Parece un pajarito.
Carpintero: Pide, con gugu... con gugusto... ¿Sasabe que yyo sisi... empre quiqui... se seser actor...
Emiliana: Bueno, otro día me cuenta, ahora debemos ensayar.
Antonin: (a Emiliana) La joven sastrecilla, propónle actuar también.
Emiliana: Joven... te voy a dar.
Antonin: Ah claro, tu galanteas con el colectivero y yo no puedo decirle joven a la moza.
Emiliana: Si tanto te gusta vete con ella chaval. (ofendida)
Antonin: ¡Si quiero!
Roberto: Vamos, déjense de discutir paparruchadas y díganle ala costurera que actúe.
Antonin: Bella y hacendosa costurera ¿Desearíais tú interpretar en la obra que representamos ante el rey esta tarde, un fínísimo y delicado papel que os viene como anillo al dedo?
Costurera: Vos decís que yo actúe en tu obra. ¿No? (Siempre cosiendo y los otros expectantes a su alrededor)
Antonin: Efectivamente.
Roberto: Si, eso dice.
Emiliana: Vamos, mujer, la pregunta es clara.
Costurera: No sé, no sé. ¿Es muy difícil?
Antonin: No, señorita, no.
Costurera: Ah. Es muy simple entonces.
Roberto: No, es... importante
Costurera: Importante. Si es la protagonista, no. Me da miedo.
Antonin: No, señorita, no, no es la protagonista.
Costurera: Ah entonces es un papelito secundario, algo sin importancia. No, entonces no.
Roberto: (enojado) NO, no es un papelito sin importancia, es un papel importante sin ser el más importante.
Antonin: Dejadme a mí. Oiga usted doncella y reflexione. No es el papel más importante de la obra pero si el más im-pac-tan-te, todo el mundo lo recordará para siempre por más que no sea el que este más presente. Lo cuál la beneficia, pues usted no cansará sus graciosas piernas tanto tiempo parada, pero a fe mía que nadie dejará de verlas. (mirándole las piernas)
Costurera: ¿Mis piernas?
Antonin: ¡NO A USTED, SEÑORITA, A USTED!
Costurera: Ah, entonces no, yo quiero que se me vean.
Emiliana: (descontrolada, a punto de ahorcarla) ¡BASTA, NIÑA BASTA! VAS A ACTUAR EN LA OBRA PUES SINO LE DIRÉ A TU PADRE QUE TE HAS ROBADO LAS PELUCAS DEL REY, Y MÁS DE UNA VES.
Costurera: (siempre delicada) Bueno, siendo así acepto.
Roberto: Que poder de convicción. Y ahora maestro reparta los personajes. (mientras habla reparte los trajes y se los comienzan a poner)
Antonin: Emiliana, mi ardiente amada será Tisbe, yo seré Píramo.
Roberto: ...y yo el Marciano...
Antonin: Bueno, si quieres también serás el marciano. Entonces el marciano y la pared.
Roberto: ¿La pared? ¿Cómo voy a hacer de pared?
Antonin: Con talento mi fiel amigo, con talento.
Roberto: ¿De ladrillo hueco o común?
Antonin: Como vos queráis. Tú carpintero, serás el colectivero y tu cosedora serás la muerte.
Costurera: ¿La qué?
Antonin: La muerte, la parca, querida. Bueno a probarse los trajes. (A Emiliana aparte) Ven Emiliana lee esto que recordé de una vieja obra y estúdialo de memoria, que si llegamos a la última escena sin salir a plantar batatas, será un éxito, pero bueno antes hay que llegar al fondo.

TODOS SE PREPARAN EN ESCENA.

Escena III
ENTRA LA VIEJA EN UNA ESCOBA.

Vieja:  Cuenta cuentos la avarieja
Vieja, vieja, vieja bruja
Los cuenta sobre una escoba
En camisón y en pantuflas
Cuenta cuentos la avarieja
Cuento de hadas y de brujas
Cuenta cuentos de animales
De berenjenas y agujas.

Y ahora les cuento un cuento
Que adentro lleva otro cuento
este cuento es una obra
Y lo que no suma, sobra.
Como yo vengo sobrando
Ya mismo me voy volando.

Ruido a chicos que corretean por todos lados y gritan. Los actores; Antonin, Roberto, Emiliana, Carpintero y Costurera, repartidos en los dos costados, abajo del tablado. Sube Antonin.

Antonin: Vuestra majestad infante, gracia toda del planeta, cuando vuestra merced lo requiera comenzamos la representación.(Este texto lo dice mirando hacía la platea, a un lugar donde, desde ese momento, se supone que el rey esta instalado viendo la escena. Todos los textos dirigidos a él tendrán que apuntar a ese mismo lugar. La voz del rey debe provenir de ese lugar. El rey durante toda la representación no debe verse, solo aparecerá en el final de la última escena).
Rey: Silencio niños, silencio. ¡Qué comience la función! Y les aseguro que si no nos divertimos con la obra nos vamos a divertir viendo pelar batatas a los poetas del balero... y su grupo. (El Carpintero y la Costurera amagan a irse pero son detenidos por Roberto y Emiliana que desde ese momento estarán controlándolos)
Antonin: (Entra al tablado y mira para todos lados sin saber como comenzar, ve la escenografía del desierto, carraspea y se acomoda el traje) Oh, que desolado paraje es el que me reserva el destino, solo hay cactus y espinillos. (Se pincha con uno) ¡Auch! ¿Estaré en el desierto del Pestillo? (Dirigiéndose a los que están afuera del tablado, mientras se tira a descansar) ¡Qué entre algún personaje! (Roberto empuja al carpintero que está vestido de colectivero, este cae con toda su humanidad sobre Antonin, que grita mientras trata de sacárselo de encima y trata de sacar su espada) ¿Quién osa molestar mi calma, mi reflexión en los temas del paisaje, quién es el bribón que sin importarle la presencia de un caballero como yo, irrumpe así en la paz del intelecto? (Luego de luchar para sacar la espada se saca el cinto y se lo arroja con espada y todo al carpintero, este lo esquiva y le pega a Roberto) ¿Quién sois?
Carpintero: ¡Eh! (inhibido)
Antonin: ¿Qué haces aquí?
Carpintero: Yyyyyyo sososoy coco (se esconde detrás de un cactus)
Antonin: ¿Eres acaso un noble colectivero?
Carpintero: (Roberto con una sistema de sogas le corre el cactus, el carpintero lo sigue para seguir escondido) Sí.
Antonin: (harto de la timidez del otro) ¿Y que deseas?
Roberto: (Que ya sacó el cactus de escena, empuja nuevamente al carpintero) Te voy a romper la cabeza... (En secreto)
Carpintero: Quiquiquiero rororomperte la caca, la caca, la caca, cccabeza.
Antonin: ¿Y a que se debe que quieras hacerlo?
Roberto: Porque me hice poeta... (se tienta de risa)
Carpintero: Poporque me hiiice popo, porque me hice popo, (Roberto tirado en el piso no puede parar de reírse) porque me hice poeta.
Antonin: (mientras Emiliana trata de que a Roberto se le pase la risa) A ya entiendo, tú sabes que yo soy un gran poeta y como tu te has hecho poeta quieres confrontar conmigo para ver quien es el más grande poeta.
Roberto: (que ya se calmo, le sopla) Yo amo a la mujer que tú amas. (A Emiliana) Es un argumento muy hecho pero efectivo. Un triángulo amoroso, dos hombres que aman a la misma mujer.
Emiliana: Bien, vamos bien.
Carpintero: Yo aaaa... amo a la mumu, yo amo a la mumu, yo amo a la mumu
Roberto: (se vuelve a tentar) ¡Este grandulón ama a una vaca! (risa del rey y de los niños)
Carpintero: (tocado en su amor propio) Yo amo a la mujer que tú amas y vengo a decirle hermosos poemas por más que tu no quieras. (queda agotado, los actores aplauden)
Antonin: (izando una cuerda que cambia el telón de fondo, todos los actores toman alguna cuerda o dispositivo que cambia la escenografía, menos el carpintero que se queda boquiabierto) Pues bien te desafío a ir al balcón de nuestra amada y el que le diga el más bello poema podrá cortejarla.
Carpintero: Tonces vamos caballero. (Hacen que caminan y entra Emiliana portando un balcón).
Antonin: Pero, silencio ¿qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es oriente y Tisbe, el sol!
Carpintero: (En vos baja) Es la Eeemiliana.
Antonin: (en vos baja) Ya sé, hombre, estoy actuando.
Carpintero: ¡AAAAAh! ¿Yo puedo también?
Antonin: Si, hombre, para eso estáis aquí. (dejan de caminar, se adelanta el colectivero)
Carpintero: ¿Quién es esa cosa que abre la ventana? Es mi amada, la Emiliana.
Todos los actores: ¡NOOOOOOOOOOOO! ES TISBE.
Carpintero: Pero no rima.
Antonin: No importa. (Roberto le arroja un ramo de flores al colectivero y otro a Antonin)
Carpintero: (va sacando las flores y se las arroja a Emiliana, de a una)
Tisbe, Tisbe
dan ganas de comer alpiste
donde es que tu te perdiste
donde un beso a mí me diste
Tu figura es preciosa
Tu cara es como una rosa
y tu mirada... preciosa.
(Le arroja el resto del ramo que da en la cabeza de Emiliana, a Antonin) ¡TOMÁ! (Se sacude las manos y se corre satisfecho)
Antonin: (Tratando de trepar al balcón con flores y todo) ¡Surge, esplendorosa luna lánguida y pálida de sentimiento, porque tu doncella, la has aventajado en hermosura! (desiste de subir y le arroja el ramo de flores)
Carpintero: Eso estu tu-tuvo muy bien.
Emiliana: Oh, mis dos amados enamorados. ¿Quién de los dos será el caballero que me lleve al altar? Nos casaremos y tendremos hijos y seremos felices.
Antonin: Pues entonces que comience la justa.
Carpintero: ¿La qué?
Antonin: EL COMBATE.
Carpintero: COMBATE. YA VENGO (sale corriendo a ponerse el traje de boxeador, todos los actores se miran extrañados)
Rey: ¿Y a dónde fue el colectivero?
Antonin: Dios lo sabe (cuando intenta seguir con la explicación entra el carpintero vestido de boxeador haciendo fintas) Era un combate de poesía no de box. (resignado)
Carpintero: ¡Ah! Bueno me voy a cambiar.
Roberto: No, quédate así. Vamos.
Antonin: Bueno ¿quién comienza?
Carpintero: Tutu cocomienza. (lo sube a sus espaldas para que llegue mejor al balcón)
Antonin: Bueno... "Oh, mi bella y amadísima, mi preciosa preciosísima, quiero verte sin sentir que mi alma se desploma, por no tener en mi boca, tu nombre tibio y perfecto, Tisbe te nombro y me siento en el cielo que te toca. (El carpintero lo baja, aplausos de los actores, abucheos de los niños alentados por Roberto)
Carpintero: Bueno... este... yo te quería... decir que... bueno... (le da vergüenza) que usted... es un... bomboncito. (Aplausos de los niños alentados por Roberto)
Emiliana: Bueno yo no sé que decir, ni que decidir entre la prosa preciosa y la ternura... sintética. (los niños gritan)
Niños: ¡Que peleen, que peleen!
Rey: Ya escucháis al público. ¡Qué se vallan a las manos! ¡YA! (Se pelean, tipo catch Antonin termina de espaldas al suelo con el Carpintero encima, los niños aplauden)
Roberto: (desesperado al carpintero) Déjalo ganar a Antonin sino la obra se termina acá. (El carpintero sede y termina batiéndose el mismo, cae desplomado en el piso)
Antonin: ¿Qué pasó? ¿Quién ganó?
Emiliana: (Bajando de su balcón) Tu, tú mi amado y fiel amor.
Antonin: La divina providencia y los dioses me acompañan en mi aventura amorosa. (Se besan y no saben como seguir) (por lo bajo a Roberto) Entra la nave espacial. (Roberto suelta una cuerda y aparece por la parte superior del tablado una nave espacial, salta Roberto de su interior vestido de marciano de veinte brazos blandiendo una espada)
Roberto: Alto tortolitos. ¿Qué están haciendo? ¿No les da vergüenza besarse en plena calle? ¿Con qué autorización? (Corta una cuerda y cae el telón de escenografía que representa una calle) Defiéndete terrícola. (el carpintero le alcanza una espada a Antonin y se ponen a cruzar sablazos)
Emiliana: Oh, mi hermano, mi fiel hermano, mi amado hermano. ¿Qué haces aquí?
Antonin: (le corta uno de los brazos) ¿Cómo? ¿Qué estoy escuchando? ¿Tu hermano es un marciano?
Emiliana: Parece que sí ¿no? (Como Antonin esta distraído Roberto le pincha el trasero, le saca la espada y lo pone contra la pared)
Roberto: Claro, claro, la señorita no le contó la verdadera historia. ¿No?
Antonin y Emiliana: (A coro) No, no. ¿Cuál es?
Roberto: (Amenazando a Emiliana con su espada) Tu eres en realidad hija del rey ENANO de los marcianos y de una doncella terrestre. (Antonin que ha zafado de la posición comprometida recupera su espada y le corta otro brazo al Marciano)
Roberto: Córtame todos los brazos que quieras terrícola. (Cruzan sablazos) Tengo un montón. Mi padre el rey enano me a enviado a buscarte, pues no quiere de ninguna manera que te cases con un humano.
Emiliana: Oh, no... (se larga a llorar)
Antonin: (desarma al marciano y lo pone contra la pared) (a Emiliana) Tu eres entonces, en realidad... Medio marciana.
Emiliana: (corre a abrasarlo) ¡Oh, sí! Pero yo te amo. ¡Majo! Y quiero casarme contigo.
Roberto: (Qué aprovecha para sacar una pistola marciana) Pero no podrá ser, mi adorada hermana. (Dispara con su pistola y Antonin queda paralizado)
Antonin: No me puedo mover. (Emiliana le saca la pistola a su hermano y lo amenaza con ella)
Roberto: Entiende razones hermana. Nuestro padre, el rey enano se ha comprometido ha que te cases con un Venusino de 8 brazos, 17 tentáculos, (Emiliana dispara la pistola Roberto de a poco va quedando inmóvil) 9 bocas peludas, 23 orejas, 89 patas... y dos narices.
Emiliana: ¡PUAAAAJJJJJJJ! Dos narices, que asco.
Antonin: Nunca lo permitiré. Peleare por tu amor ante el rey enano, ante el monstruo venusino o quien sea. Pero desparalísame. (Emiliana trata de entender como funciona la pistola aprieta un botón y le dispara a Roberto que solo puede mover un brazo)
Roberto: Las piernas también, por favor. (Emiliana sigue tratando de entender la pistola) Y tu, terrícola tendrás que matarme pues me comprometí con el enano del rey a llevarla conmigo. (Emiliana dispara la pistola a Antonin que libera una pierna)
Antonin: (Comienzan a cargar las tintas contra el rey enano en alusión al rey niño) ¡Oh! Terrible será ese rey enano tan déspota y caprichoso. (Emiliana toca el botón y los tres quedan paralizados)  
Roberto: "Caprichoso" es poco, es un enano maldito el rey, no mide más de un metro y no lo soporta nadie. (Antonin se arrastra con la pierna que puede mover hacía la pistola muy lentamente)
Antonin: Todo el tiempo mandando a la gente a hacer cosas. (Imitando al rey niño) ¡Vengan para aquí, vayan para allá!
Emiliana: Y saben que... les cuento algo que nadie sabe... se mea en la cama. Ja, ja, ja. (Todos los actores se tientan un largo rato y no pueden seguir con la obra).
Rey: (fastidioso) Vamos, dejen de reír y que siga la obra. (vuelven al inmovilismo)
Antonin: (Pateando con la pierna que puede mover la pistola) Así que su majestad el rey enano (contiene la risa) te ha mandado a llevarte a mi amada.
Roberto: Sí caballero y si no la llevo me mandará a pelar... (Todos se tientan y caen al piso riéndose a carcajadas)
Rey: (a los gritos) ¡A VER! ¿Adónde TE MANDARÁ? MARCIANO VERDE PODRIDO. (Los actores vuelven al inmovilismo) ¿A PELAR, QUÉ NO SERÁN BATATAS... ¿NO?
Roberto: NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, no va a pensar...
Antonin: No, a pelar... a pelar...
Roberto: A pelar arvejas... en... en...
Emiliana: En Júpiter, eso, en Júpiter...
Roberto: Un lugar que es el mismo infierno. (Antonin por fin toca un botón del arma y todos se descongelan, toman las espadas y pelean hasta que los dos quedan exhaustos frente contra frente)
Antonin: No doy más.
Roberto: Yo tampoco.
Emiliana: Bueno, otro empate.
Roberto: (lloriqueando) Y ahora como le explico a papá que no te llevé, de vuelta a Marte.
Antonin: (a proscenio) Se me ocurre que hasta el rey más malo y enano podrá entender que nos amamos con locura.
Emiliana: Con probar no cuesta nada.
Antonin: ¡Vamos a Marte ya mismo!
Roberto: (tomando de la mano a Emiliana) Si, ya, nosotros vamos en la nave espacial. (Suben) Tú corre, corre, que allí pasa el colectivo 60 que te deja a una cuadra del palacio. (Antonin corre y se sube al colectivo de cartón que ha ingresado de arriba colgado con una cuerda)
Antonin: Que cantidad de desventuras me han sucedido en tan poco tiempo, todo sea por Tisbe, que angustia me subyuga, como si fuera la muerte que se acercara (a los actores en voz baja) Que entre la muerte.
Costurera: ¡No, ahora no quiero!
Roberto: Sube inmediatamente al escenario.
Antonin: Digo y repito que siento que se acerca LA MUERTE.
Emiliana: (Corre por delante del tablado escondida detrás de un cactus para donde esta la Costurera) Sube niña ya ¿Qué te pasa? (Roberto le pasa a la costurera una cuerda por la cintura y la ata sin que sé de cuenta y con ayuda del Carpintero, prepara un aparejo)
Costurera: Me da miedo, vergüenza.
Roberto: ¿Vergüenza de mostrar las piernas?
Costurera: No, de actuar. (ríe)
Antonin: (a seguido hablando) ¿Cómo? Ha de estar en algún lado. Seguro que estás y no te dejas ver marrana. (saca la espada)
Costurera: Ah no, si saca la espada no entro.
Antonin: (que escucho lo que dijo) Guardo la espada en señal de que no te tengo miedo.
Emiliana: Entra, so bestia que ya casi llegamos a la última escena.
Costurera: ¡No, no y no! (Roberto tira de una cuerda, la costurera se eleva y queda suspendida sobre el colectivo de cartón, aterradísima)
Antonin: ¡Oh! ¿Qué ven mis ojos! (Esquivando a la costurera que cuelga) ¡Qué terrible visión! La muerte en persona ha venido a buscarme! ¿Porqué tú eres la muerte? ¿No? (La agarra de los pies para que no se mueva)
Costurera: (apenas si mueve la cabeza afirmativamente)
Antonin: ¿Vienes a llevarme ahora?
Costurera: (mueve las manos como diciendo más o menos)
Antonin: ¿Qué significa eso?
Costurera: (vuelve a mover la mano)
Actores: Habla, habla...
Costurera: (con un hilo de voz) Más... o.. menos...
Antonin: No entiendo. (Enojado la empuja con fuerza para que se hamaque)
Costurera: (aterrada) ¡Qué te voy a llevar pero no ahora! Por favor. (le pide con los gestos que le dé una mano)
Antonin: (Paseándose tranquilo, esquivándola o empujándola más) Ya me imagino, algún día moriré, no pretendo para mi la inmortalidad. ¿Pero por qué te presentas hoy ante mí?
Costurera: Ah... no sé... ya sabrás... Ay, ay, ay... no seas tan curioso... Ya verás... (Roberto suelta la cuerda  y la Costurera cae en medio de la escena, se levanta y sale corriendo llevándose atado al carpintero que sostenía una de las cuerdas, que cruza todo el escenario, llevándose por delante y rompiendo el colectivo y empujando a Antonin que cae sobre una cuerda que se suelta y deja caer un telón sobre su cabeza)

Antonin: (desde el piso) Oh, cruel destino, es este un mal augurio qué presagia un triste, tristísimo final para esta historia.
Roberto: (Sube al tablado corriendo el telón) Su majestad, un breve intermedio para que tomen la rica leche chocolatada.
 Rey: Muy bien, sirvan la leche mientras esperamos el momento de ver pelar batatas a los poetas.


Escena IV
Entra la vieja paseándose entre los actores que arreglan todo lo que está tirado.
Vieja: cuenta cuentos la avarieja
vieja, vieja, vieja bruja
cuenta cuentos de reyes,
cuenta cuentos de burbujas.
cuenta cuentos y este cuento
que hoy cuento tan bien contado
llega a su fin esperado
por todo este esperatorio.
¿qué esperará a los poetas?
la gloria o el sanatorio
cuenta cuentos y más cuentos
y yo espero que les gusten
y si son medio llorones
de este final no se asusten.

 (se va por la platea echando polvos) (Al costado del tablado los actores hablando, se escuchan niños que ríen y corretean)
Antonin: (Abatido) Mi bella dama Emiliana.
Roberto: Se acabó lo que se daba.
Antonin: Tú lo has dicho mi fiel discípulo.
Roberto: Estamos fritos.
Emiliana: Pero hombre, si el rey niño está muy entretenido, miren como se ríe y toma la leche contento.
Antonin: ¿Te parece?
Roberto: No se lo ve enojado.
Emiliana: Vamos, arriba ese espíritu.
Antonin: (levantándose) Bueno, valla pues nuestro último intento. ¿Se han aprendido los diálogos de la última escena?
Roberto y Emiliana: Sí.
Antonin: Bueno, buenísimo, entonces saldrá bien. (Mirando para todos lados) Nos falta el carpintero que interpretaba al león.
Roberto: Lo voy a buscar, no puede estar muy lejos. (sale)
Rey: Silencio niños. ¡Qué siga la obra!
Antonin: En un momento mi excelentísimo  e inspirado rey, que nos falta un actor y pronto mi asistente lo traerá.
Rey: ¡NADA! Empezad a la cuenta de cinco o os vais a pelar batatas.
Antonin: Pero su...
Rey: (No lo deja hablar) Pero nada. Cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero.
(Entra Antonin corriendo al tablado)
Antonin: (mientras monologa corre telones y suelta cuerdas para que entre la escenografía de Marte) Oh, fatídico destino que no me deja ver a mi amada, el rey enano se ha negado a escucharnos, cruel y vilmente nos ha separado, pero un plan yo he pensado para escaparme con ella y ya parto a verla para poder contárselo. (Sale del tablado y le habla a Emiliana) No tenemos pared. ¿Dónde está Roberto?
Emiliana: No ha llegado, chaval, pero no os preocupéis. Me estoy cambiando para hacer de muro.
Niños: (Gritan) Eh... que siga la obra... uh... Vamos...
Emiliana: (sube al tablado vestida de muro Cambiando la vos) Yo soy un muro, el muro del castillo del rey enano, mi pared tiene un agujero y por ese agujero Píramo y Tisbe se hablan secretamente. (Sube Antonin)
Antonin: oh noche espantosa, oh noche de color tan negro, oh noche; que lo eres cuando no es de día. ¡Oh noche! ¡Oh noche! AY, AY, AY. Tengo miedo que Tisbe olvide su promesa. Y tu, oh muro. ¡Oh dulce y amado muro! Que te alzas, entre el castillo de su padre y yo, muéstrame tus grietas para a través de ti echar una mirada. (El muro extiende los dedos) Gracias cortés muro. ¡Protéjante los dioses por eso! ¿Pero que atisbo? ¡Qué no está Tisbe atisbo! (Entra Roberto con el Carpintero, al ver la escena se viste de Tisbe) Oh, malvado muro, por el cual no veo la dicha ¡Malditas sean tus piedras, que así me han engañado! (Sube Roberto vestido de Tisbe)
Roberto: (imitando con dificultad la vos de Emiliana) OH, oh, oh muro. ¿Cuántas veces has oído mis lamentos por tenerme separado... (se corrige) separada de mi hermoso Píramo. Mis labios de cereza han besado tus piedras tus piedras a menudo.
Rey: (comentando) Que cambiada está Tisbe. (los niños ríen)
Antonin: Veo una voz. Ahora voy al agujero a espiar para poder oír el rostro de Tisbe. ¡Tisbe! ¡Que cambiada estás!
Roberto: Es que... es que... está es mi apariencia marciana... mientras estemos en Marte me verás así... un poquito gorda y fea.
Antonin: No me importa igual te amo como a nadie he amado. ¡Oh bésame por entre el agujero de está vil pared! (Se besan por el agujero y Roberto escupe luego)
Roberto: Beso el agujero pero no tus labios.
Antonin: Encontrémonos en el cementerio marciano, allí nadie nos molestará y te contare mi plan para escaparnos.
Roberto: Muy bien. (bajan del tablado los tres)
(Entra el carpintero vestido de león)
Carpintero: Niños que se asustan por un miserable ratón, por ahí tienen miedo de un león salvaje. Bueno yo no soy un león salvaje, soy un cacarpintetero, se entiende. Porque si yo fuera un león me los como a todos. ¡JA!
Roberto: (Sube al tablado siempre vestido de Tisbe) Este es el cementerio donde me encuentro con Píramo. (El león ruge y le saca un pañuelo lo destroza y Tisbe huye)
Antonin: (Entrando) ¡Dulce luna, gracias por tus rayos solares! Gracias, luna, que brillas ahora con tanto fulgor, pues con tus graciosos, dorados y chispeantes torrentes confío saborear la mirada de la muy fiel Tisbe.
 Más detengámonos. ¡Oh desgracia!. Pero observemos ¡Pobre mi amada! ¡Que horroroso espectáculo! Ojos. ¿Veis? ¿Cómo puede ser esto? Oh amada mía, tu delicado manto, todo manchado de sangre.
Oh ¿Por qué creaste al león naturaleza? Pues un león mató a mi amada... ¡NO! ¡NO!...Que era la dama más hermosa. Oh lágrimas destruidme. Oh fiel espada, mátame. Córtame el corazón que late. Así muero, así, así, así... (se hiere) Ya estoy muerto, ya me morí, mi alma está en el cielo. Ahora, muero, muero, muero, muero, muero... (Se muere) (Emiliana y el Carpintero lloran mirando la escena)
Rey: (Triste) Se murió, pobre sonso.
Roberto: (Entra y ve a Antonin) ¿Duermes amor Mío? ¿Cómo, estás muerto? Oh, Píramo levántate. Habla, habla. ¿Estás mudo? ¡Muerto! ¡Muerto! ¡Una tumba debe cubrir tus ojos! ¡Esos labios de lirio (llora) esa nariz de cereza, esas mejillas se han ido, se han ido... Sus ojos eran verdes como los puerros. Oh muerte ven a mí. (Toma la espada) Ven espada entra en mi pecho. (Se hiere) Adiós amigos, así acaba Tisbe adiós, adiós, adiós. (Muere) (Cae el telón del tablado)
Rey: Nada de telón. (Entrando a escena desde la platea) Nada de telón, este final es muy triste. Tomad mi corona, dadme el traje de marciano. ¡Ya van a ver la obra sigue! Subid el telón. (Sube el telón  del tablado en escena los dos amantes muertos, entra el rey con traje de marciano) Yo soy el rey  "enano", el rey marciano, el único, el inigualable, "el master of de univers". ¿Pero que veo aquí? Mi hija y el sátrapa, pastenaca de su amado muertos. Esto no puede ser. Más como yo tengo poderes, los haré revivir para que se casen y sean felices. "Abracadabra, pata de elefante, que se curen y que vivan los dos hermosos amantes" (Píramo y Tisbe se levantan) Y qué tu Tisbe vuelvas a ser hermosa y no tan fea como ahora (La cubre con su capa y se transforma en Emiliana, los niños aplauden) ¡Viva el rey enano! ¡Telón! (Baja el telón y vuelve a subir los actores y el rey saludan los aplausos)
Rey: ¡Escuchen queridos niños de mi pueblo! ¿Saben una cosa? Me gustó esto de ser actor y desde hoy iré por mi reino actuando y actuando para la alegría de todos. Por lo tanto desde hoy a la basura todas las llaves, cerrojos, cerraduras, candados y pestillos. Puertas abiertas para que pasen los actores, contando historias, miles de historias para hacernos reír, llorar y pensar. ¡Que se abran los telones! ¡VIVA EL PAIS DEL TEATRO!
Y tú Emiliana y tú Antonin tienen permiso para casarse, yo les regalo una casa sin cerraduras. Y tú Roberto, te declaro rey del teatro. (Le entrega la corona) Y te regalo mi corona, que a mi me pesa mucho. ¡A ACTUAR AMIGOS, A INVENTAR HISTORIAS, QUE ASÍ SE HACE FELIZ A LA GENTE!

TELÓN